7 de abril de 2012

El mono y el delfín

Lean atentamente, pues una interesante historia les voy a contar, queridos amigos.
Sitúense en el año de la tana, no había aviones ni I-phones, como lo oyen, ni siquiera Nokias.
Acorde con las costumbres de la época un fornido marinero se disponía a cruzar el Atlántico en barco, tal cual, sin Biodramina ni nada, a la aventura.
Pero el, muy astuto, pensó:

"Cielos, que coñazo de viajecito, se me va a hacer eterno.
¿Que me puedo yo llevar para hacerlo un poco mas ameno? Veamos... la Game Boy aun no existe... mi mujer... no ella tampoco, seguramente me lo haría mas pesado... que si: Manolo sube a proa, que si Manolo alza la vela... uh que pesadilla. 
Mmmm Lo tengo, un mono. Un mono me servirá de distracción."

No comparto yo la idea de que el mono sirva de mucho, pero así es la historia y así os la contaré.
Total, que se embarcan ahí todo panchos ellos y ale, a navegar.
Desgraciadamente la embarcación sufrió la misma suerte que el Titanic, se hundió mas que Leticia Sabater cuando cancelaron 'A mediodía, alegría'. Una desgracia.
Probablemente Manolo, de haberlo sabido se hubiera llevado a la mujer, pero esto ya son solo apreciaciones mías.


Bueno, a lo que iba, que me pongo a divagar y no terminamos nunca.
Olvidaos ya de Manolo, Manolo se ahogó, algunos dicen que intentó protagonizar el spin-off  de esta apasionante historia pero que Tom Hanks le quitó el papel... en fin, las malas lenguas.
El mono, en un principio, corrió mejor suerte. 
¿Que porque? Pues porque cuando estaba ahí con el trajin del oleaje, entre 'Ay que asco he tocado un alga' y 'Los piratas de aquel barco están haciendo un bukkake' apareció un delfín.
Un delfín ya mayorcito, y que debía de ver menos que un gato de escayola, pues no va el idiota y confunde al mono con un hombre...  
Total, que el delfín como tampoco tenia otra cosa que hacer decide ayudar al mono.
Imagínate, una vez le cuenta el mono la desgracia... se acabaron los temas de conversación, pues que momento tan incómodo.
En esto que el delfín le pregunta, todavía creyendo que era un humano, que si era de Sevilla, que tenia unos rasgos muy del sur; claro, el mono flipando en colores, y para matar el rato pues le decide seguir  el royo:

"Si, si, de la mejor zona de Sevilla quillo, unas pechás que me pego a pescaito frito"

El delfín fascinado claro, que lo mas que había visto de tierra firme eran sombrillas de playa; asi que para saciar su curiosidad le preguntó sobre un puerto del que había oído mucho hablar, el Puerto de Santa Rosa:

"¿Y de Santa Rosa que me dices?"

Y nuestro querido simio, que de bananas sabría mucho, pero de geografía... poco, contesto:

"Uy, una mujer encantadora, pero encantadora de verdad eh, puso un chiringo con unos ahorros que tenia y ha podido llevar a la niña a la universidad"

Claro, el delfín se pillo un rebote del quince, no va el señor ese tan bajito y peludo y le cuenta la milonga de su vida, que desfachatez, asi que ni corto ni perezoso se metió bajo el mar y el mono acabó como Jack Dawson, pero a temperatura ambiente, eso sí.

!Moraleja!
''Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado"


1 comentario:

  1. jajajaja oh my god, me ha encantado!!!! i love it my darling! tu amiga menorquina :)

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